PENSAMIENTOS PROFUNDOS

Mi poesía no busca belleza
Ni busca razón.
Sólo vuestra sugerencia...
Y moveros en alguna pasión.

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Y DIME NIÑO...


Imagen realizada por Anabel Mera

¿De quién, esos ondulantes labios
De perturbada y vaporosa virilidad
Que acrecientan de mi lascivia el fulgor?

-Dime niño mío-
Si sólo con el latido de estos versos
Tiemblan mis manos, mis dedos,
lozano se sazona mi cuerpo
¡Y pletóricos gritos brotan de mi interior!

¡Y es que deseo tanto en este instante
Dejar de escribir!
-Niño mío-
Y buscar donde quiera que esté
Esa boca, tu boca que caprichosa
Revolotea sellando el burlete
Ciego de mi pasión.

-Mira niño-
-De esculpida luz estelar
Y Adonis de mis amores-
El contorno de mi relieve
De lucida intimidad
En ofrenda misionera te otorgo.

¡Ay niño!
Que como alborozado pez
De señuelo liberado
Con júbilo se zambulle en el agua;
Así me recreo yo, en la inmersión
Que carnalmente realizo en tu boca.

Quiero ser la sonda palpable
Que profundice con desparpajo
El bello paraninfo de tu alma
Ese alma de niño, mi niño.

Quiero prolongar las horas
Del día a tu lado
Y las nocturnas detener
Manteniendo tunantes pugnas
Por concederte otro nuevo placer.

-¡Ay niño!-
Lo que te daría yo
Y lo que te daré,
Cuando la simetría de nuestros labios
Se rocen una y otra vez.