PENSAMIENTOS PROFUNDOS

Mi poesía no busca belleza
Ni busca razón.
Sólo vuestra sugerencia...
Y moveros en alguna pasión.

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DESDE EL TREN




Sentada como Dama de Baza
Mi corpórea aflicción
Va tomando aliento,
Desnudando de mi materia
Toda ilusión, cualquier esperanza.

Este tren, mi tren
En amenazante advertencia
Se exhibe, incesante sin callar
Mostrando así su existencia.

Chirriantes diálogos emergen
Rotando afónicos, en mi cabeza.
Insidiosos silbidos murmuran
Que se inaugura ya, su despereza.

Comienza en fulminante devaneo
La pesada vibración;
y liviano cosquilleo
Hace amago en mi interior.

Desde el ventanal diviso,
De Guadalajara, su campiña,
Soterrada, temblorosa
Que como agitada pleamar
Padece náuseas de viento inciso.

Delirantes cables de arrogante acero
Se me asoman, curiosos a saludar;
y de pronto...oscuridad;
Que me engulle cual rijoso ballenero.

Entonces y sólo entonces contemplo
Mi semblante, sin belleza, en el cristal
Macilentos ojos, de profundas regueras
Por los que circula mi caudal.

En este tren, mi tren
Cada día nuevos rostros se suceden
Inertes, mudos, atónitos
Con miradas vacías que casi hieren.

Este tren, mi tren
Me lleva a un cruel destino
De insolentes y albinas batas
Manipulando con aire mezquino
La fatiga y el calvario
De los que en camilla
Ultiman agónicamente su camino.

Desde este tren, mi tren
De pronto, me encuentro
Con el bárbaro señor Ramón y Cajál,
¡¡¡Que retiene a mi padre!!! en su epicentro.

Exhalando jadeantes palabras
Y temblando, a duras penas
Comienzo a musitar:
¡¡¡Deténgase, pare,
Por Dios, pare!!!
-Manifiesto al conductor susurrando-
Pero despierto en mi cama sudando,
Y la pesadilla vuelve a comenzar.









INJURIAS AL ALMA


Y dime viento...
<¿Por qué el tañer de tu esquila
Desea violar mis oídos,
Picando como lo haces,
Con esa furia, el portillo?>

¡Injurias al alma,
Alma de dolor y sangre!

Mis sentidos, se fisuran confusos;
En trémula ascensión mis nervios
Se enroscan, anhelando abrazar
Con irónica profusión,
De mi medroso cuello, los tubérculos,
Condenando así mi respirar.

¡Injurias al alma,
Alma de sangre y dolor!

Mi pensamiento, se nubla infausto
Haciendo resonar en mi interior,
Descompasado, el golpeteo
Incesante, de mi agónico cardio delator.

¡Injurias al alma,
Alma de dolor y sangre!

Y dime viento...
<¿Por qué esa tenaz porfía,
Si luego te ausentas
Cuando yo acudo,
A tu llamada, a la puerta mía?>

¡Injurias al alma,
Alma de sangre y dolor!

<<¡¡¡ No merezco esto!!!>>
Lágrimas de sangre gritan;
Que como afluentes de río
Confluyen en hondo penar
En mis ojos,
Que empañados te miran.

¡Injurias al alma,
Alma de dolor y sangre!

<¡Ya no más injurias, no!>
Pues mi alma exhausta está.
<¡Anúlame, galerna de tu brisa
Que el cortil de mi pena
Recubriré con bóvedas de cristal!>

¡Alma de sangre y dolor!


"OPORTET HAERESES ESSE"
-ES NECESARIO QUE HAYA HEREJES-


LEONOR DE AQUITANIA



Si Rómulo y Remo recibieron
Dulces calostros de loba,
¡Tú, valerosa Leonor, succionaste
Con sabia decisión, los de una leona!

Sangre regente croma tu escudo.
Tu cuerpo,-como vestido de cola-,
Arrastra gracia y pasión,
Indeleble pasión, tan francesa como inglesa.

Eres boca nueva en tu historia
E imagen reflejada de libertad,
Que no te callas ni frenas.

La ola de tu circundante existencia,
Ora de relucidas joyas, opulentas túnicas
Impregnadas de filtrantes fragancias y
Custodiada tú, de distinguidas y nobles damas;
Ora lluvia de afanosas lanzas, flameantes
Broqueles, estridentes blindajes y
Caballerosos jinetes en tu campaña.

Permíteme ¡Oh, gran Leonor
Sumida en orante reverencia,
Que loables palabras enaltezcan
El frontispicio de tu redimida
Memoria y de tu consagrado honor!